Eficiencia luminosa: ¿qué es y por qué es importante?

Gran parte del éxito de un proyecto de iluminación depende de la capacidad de la instalación para iluminar adecuadamente el ambiente considerando también el consumo de energía necesario para ello. La forma correcta de medir este parámetro es a través de la eficiencia luminosa, que parte de la relación entre el flujo luminoso y la potencia consumida.

Este artículo aborda con más detalle el significado de este concepto. Al leer el texto, comprenderás mejor qué es la eficiencia luminosa, sabrás por qué es tan importante que este concepto esté presente en los proyectos de iluminación y entenderás cómo se utiliza.

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¿Cuál es el concepto de eficiencia luminosa?

Cuando una persona sin conocimientos técnicos en iluminación busca información, es común que la variable evaluada no sea la más adecuada. En muchos casos, la variable considerada es solo la potencia consumida, lo que se debe a una preocupación genuina por el gasto observado. Sin embargo, esto lleva a un análisis erróneo y los resultados obtenidos tienden a no ser los deseados.

Por lo tanto, el procedimiento correcto durante esta evaluación sería analizar precisamente la eficiencia luminosa. Se trata de un atributo mucho más completo y que es capaz de proporcionar datos más precisos sobre el equipo luminoso evaluado. Esto es posible porque para llegar al cálculo correcto de la eficiencia luminosa es necesario considerar otra variable además de la potencia: el flujo luminoso.

Este atributo se refiere a la cantidad de luz emitida por la fuente luminosa, es decir, cuánta luz es capaz de irradiar la luminaria . El flujo luminoso se mide en lúmenes y, a partir de esta medida, se debe considerar también la potencia del equipo evaluado, que se mide en vatios. Con la relación entre estos dos atributos, se llega al valor de la eficiencia luminosa, que se expresa en lúmenes por vatio.

Sin embargo, el análisis puede ser mucho más objetivo si consideramos los aspectos prácticos del flujo luminoso, ya que no es necesario realizar cálculos, porque el valor  es informado por el fabricante. Por lo tanto, la eficiencia luminosa se puede entender como la cantidad de energía necesaria para proporcionar el flujo luminoso indicado, es decir, cuánta energía se gasta para obtener la iluminación deseada.

¿Por qué es importante conocer el concepto de eficiencia luminosa?

Existen varios aspectos según los cuales es necesario conocer bien el concepto de eficiencia luminosa. Además, diferentes personas interesadas en el aspecto luminoso deben entender este concepto. Uno de ellos es el profesional responsable de proyectos de iluminación, especialmente en grandes áreas como los galpones logísticos, por ejemplo.

Sin dominar estos conceptos, será bastante difícil atender con un nivel satisfactorio a los solicitantes de un proyecto. No se puede determinar con precisión cuál debería ser el conjunto de luminarias ideal para un ambiente determinado. Además, la calidad del servicio prestado puede verse bastante comprometida sin este marco técnico.

Otros grandes afectados por esta información técnica son los usuarios de los ambientes iluminados por el proyecto concebido. Es importante destacar que no son los conceptos los que afectan directamente a estas personas, sino las consecuencias que surgen de este tipo de proyecto. Ambientes mal iluminados o con una longitud de onda insuficiente pueden generar pérdida visual.

También es importante observar el cumplimiento de las normas referentes a la seguridad laboral. El efecto inmediato proviene de la posibilidad de ocurrencia de accidentes laborales. Además, existe una clara indicación respecto a la iluminación de ambientes laborales en el aspecto ergonómico de las leyes laborales. Iluminar estos lugares con la eficiencia luminosa adecuada es, sobre todo, cumplir con la legislación y garantizar la comodidad ambiental para los colaboradores.

¿Cómo se debe utilizar la eficiencia luminosa en proyectos de iluminación?

Como ya se mencionó, la eficiencia luminosa es una variable de gran importancia en la elaboración de proyectos para la iluminación de ambientes, especialmente los industrias y grandes galpones. En este sentido, es a través de este atributo que se puede hacer la elección ideal del tipo de tecnología a utilizar. Todo esto se reflejará en la calidad del proyecto considerando aspectos como la economía de recursos y el costo de implementación.

Es precisamente tomando como referencia la eficiencia luminosa que se debe elegir el tipo de luminaria, por ejemplo. Con la evolución de la tecnología, han surgido nuevos tipos de iluminación y la eficiencia ha aumentado. Cuando se utilizan luminarias de alta presión basadas en vapor de mercurio, se puede alcanzar alrededor de 55 lúmenes/watts. También hay luminarias mixtas, con una eficiencia en torno a los 30 lm/W.

Siguiendo la lista, otra opción que se utilizó mucho en el pasado fueron las luminarias metálicas. La razón de su amplio uso en el pasado fue precisamente una mayor eficiencia luminosa, que podía llegar a los 90 lm/W. Su único competidor durante muchos años fueron las luminarias de vapor de sodio, que, aunque tenían una eficiencia considerable, necesitaban utilizar reactores para tener su proceso inicial de encendido realizado.

Por último, surgió la tecnología LED, que revolucionó el mercado por una altísima eficiencia en comparación con los métodos tradicionales. Solo en términos de economía, es posible lograr tasas superiores al 60% con el consumo de energía. Además, su vida útil se prolonga, ya que no existen componentes gaseosos en su constitución. Con ello, el flujo luminoso se mantiene incluso después de años de uso.

Completando la lista de beneficios de la tecnología LED, podemos citar su alta durabilidad debido a la fuerte resistencia a impactos. Además, tiene una rápida respuesta de encendido, y debido a que no tiene componentes químicos en su fabricación, se considera ecológicamente sostenible. Un proyecto que utiliza este tipo de iluminación puede considerarse un socio del medio ambiente.

La eficiencia luminosa es una variable de suma importancia en proyectos de iluminación. A diferencia de lo que se piensa en el mercado, no es la potencia de la luminaria la que indica su uso más adecuado. La razón de esto es que, además del consumo de energía, el flujo luminoso también debe ser considerado en la evaluación. De esta manera, es posible llegar a un denominador común acerca de cuánta luz puede emitir una luminaria en relación con el total de energía consumida. Este tipo de análisis lleva al mejor costo-beneficio posible.