o que é smart city

Smart city, ¿sabe qué es y cómo aplicar este concepto?

o que é smart city

Descubra ahora qué smart city e como es aplicado este concepto

¿Sabe la importancia del concepto de ciudad inteligente para el futuro de la utilización de los espacios urbanos? La Tierra, hasta donde sabemos, es el único lugar capaz de albergar vida inteligente de la manera que la conocemos. No hay, al menos para las próximas décadas, expectativa de un nuevo planeta al que podamos ir. Pensando en esto, es necesario cuidar mucho el lugar donde vivimos y su biodiversidad de manera inteligente.

A pesar de que muchas personas aún no saben lo que es una ciudad inteligente, esta es una de las mejores formas de utilizar los espacios urbanos de manera conectada, responsable y sostenible, con el fin de preservarlos.

Si deseas conocer más sobre el tema, continúa leyendo este artículo para entender mejor qué es una ciudad inteligente y cómo podemos utilizar sus conceptos innovadores en un entorno empresarial. ¡Sigue leyendo y comprueba!

¿Qué es smart city y qué se necesita saber sobre el tema?

Resumidamente, se necesita asociar este nombre con una única palabra: eficiencia. Todo lo que gira alrededor de una ciudad inteligente se trabaja intencionalmente de manera que se obtengan las mejores respuestas en un tiempo menor, con un mayor aprovechamiento de los recursos, y así sucesivamente.

Sin embargo, este sistema innovador tiene una «huella tecnológica» que lo hace muy interesante desde el punto de vista estratégico de los centros urbanos. Esto se debe a que hacer uso de la tecnología de la información (TI) es cada vez más accesible.

El Big Data, el Internet de las Cosas (IoT), la banda ancha, el almacenamiento en la nube, por ejemplo, son herramientas que posibilitan la creación de una ciudad inteligente y actúan a favor de las personas. Un ejemplo simple, y ya ampliamente utilizado, es el sistema de temporización de semáforos.

Con base en datos como la hora pico, el día de la semana, la cantidad de vehículos en ambos sentidos, el flujo de peatones, la meteorología y otros, los agentes de tráfico pueden predecir cuál es el tiempo ideal que cada semáforo debe permanecer abierto o cerrado para optimizar el tráfico de esa región.

Este es un ejemplo muy simple, cerca del potencial que una ciudad puede alcanzar si utiliza recursos tecnológicos e inteligentes para gestionar sus sistemas. El siguiente paso sería hacer la comunicación de todos los cruces de la ciudad con los hospitales, los centros de policía, el cuerpo de bomberos, de forma que se dé prioridad de acceso en las vías.

¿Cuáles son las características de una ciudad inteligente?

Como el nombre smart city comenzó a ser utilizado hace poco tiempo, aún no existe un consenso que defina con exactitud lo qué sea una ciudad inteligente. Sin embargo, un enfoque interesante es decir qué aspectos de un municipio necesitan mejorarse para que sea más eficiente. Entre los principales, destacamos:

  • Sostenibilidad;
  • Movilidad;
  • Integración;
  • Conectividad;
  • Planificación;
  • Calidad de vida;

En una ciudad inteligente, los ciudadanos tienen acceso amplio a servicios como la cobertura de internet, tanto por la disponibilidad de operadores de redes móviles como de puntos fijos y gratuitos, permite que facilidades como consulta y agendamientos de servicios sean realizados por aplicativos – lo que simplifica y agiliza el servicio.

Además, ser eficiente no es suficiente. Una ciudad inteligente tiene que crecer de forma sostenible, con servicios de recogida de reciclables, sistemas eficientes de logística inversa, consumo consciente de energía (química y eléctrica), entre otros.

Cuando se mejoran todos estos factores – y, por lo tanto, la calidad de vida de sus habitantes – se deben buscar cuellos de botella que aún pueden ser perfeccionados, en un ciclo similar al de la mejora continua o la metodología Kaizen – que ya se aplica en empresas.

¿Cómo aplicar el concepto de smart city en mi empresa?

Aquí, tenemos buenas noticias para usted, que busca mejorar de manera eficiente y sostenible su entorno laboral, aplicando el concepto de ciudad inteligente de una manera muy simple.

Es posible convertir su empresa en una pequeña ciudad inteligente, ya que los sistemas de gestión requeridos para este modelo de ciudad son similares a los que comúnmente se aplican en el entorno laboral. Esto incluye la eficiencia con la que se deben prestar los servicios hasta los cuidados ambientales necesarios.

Vamos a tratar algunos ejemplos muy específicos, pero que están arraigados en los pilares de este nuevo concepto. Comenzando por el sistema de iluminación. En una ciudad inteligente, se espera que no haya desperdicio de energía eléctrica con la iluminación de áreas no transitadas o excedentes, o insuficientes, por ejemplo.

Un sistema inteligente, en este caso, es aquel que proporciona la cantidad ideal de luz, en los tiempos correctos, de manera eficiente – uso de luminarias de LEDs – y de forma autónoma, sin que un operador tenga que encender o apagar las luces.

Si encontró muy trivial el ejemplo de la iluminación inteligente, veamos el caso de la promoción de tecnologías posibilitadas por la industria 4.0, que simplemente transforma cualquier negocio en inteligente. Como se mencionó anteriormente, una ciudad inteligente debe conectar todos sus servicios y presentar soluciones de forma autónoma y en tiempo real.

De esta manera, una empresa inteligente es aquella que hace uso de TI y otras herramientas para hacer que la planta sea inteligente, con mínima interferencia humana. Así, produce informes automáticos de producción, mantenimiento, inventarios, demandas y otros.

Además, una empresa puede monitorear a sus colaboradores y socios por tecnologías ya existentes, como el reconocimiento facial, realizar la integración de sistemas y procesos, comunicando el sector de compras, producción y ventas, por ejemplo. Todo esto, aplicando los conceptos ya existentes para ciudades inteligentes.

Si piensa que necesita invertir mucho para dejar su empresa con esa huella tecnológica, está equivocado. Los cambios pueden realizarse gradualmente, y los costos diluidos en el período de un plan estratégico.

Un gran candidato para ser el primero en experimentar estos cambios en la empresa, por lo tanto, es el sistema de iluminación – automatización y luminarias con protocolo DALI – seguido del control de acceso del personal.

Otra ventaja de este concepto es que ya ha sido probado y aplicado en grandes centros. Los ejemplos son muchos, como Songdo, en Corea del Sur, Singapur y Copenhague. Todos ellos son referencias en el tema por haber buscado soluciones creativas e inteligentes en problemas específicos.

Tendencias como la smart city están dejando de ser algo exclusivamente de grandes y ricos centros urbanos y, así como otras tecnologías, son necesarias para el desarrollo sustentable, eficiente y autónomo. Además, hacen bien para la salud del planeta, especialmente por utilizar los limitados recursos de forma consciente.

¿Cuáles son los principales desafíos en la aplicación del concepto de smart cities  (ciudades inteligentes) y como superarlos?

Ahora que ya comprendes lo que es una smart city y sabes incluso cómo aplicar este concepto en una empresa, a continuación presentamos los principales desafíos y lo que se debe hacer para superarlos. ¡Mira!

Infraestructura adecuada

Para poder disfrutar de los beneficios de una smart city, es fundamental invertir en tecnología e infraestructura, siempre con un enfoque en la eficiencia. Contar con una infraestructura adecuada es fundamental.

Después de todo, la evolución está directamente relacionada con los nuevos conceptos de infraestructura urbana, medios de transporte colectivos y menos contaminantes, uso consciente de los recursos naturales, cámaras de vigilancia que ayudan al bienestar colectivo, sistemas de seguridad modernos, etc.

Aunque a menudo construir la infraestructura adecuada puede parecer un desafío, la verdad es que hoy en día existen herramientas que permiten realizar este proceso de manera simple y ágil.

En cuanto a la iluminación, por ejemplo, es precisamente la infraestructura adecuada la que permite que los sensores inteligentes instalados en las lámparas reduzcan la iluminación pública cuando el lugar está vacío. También aumentan cuando hay presencia de una persona, lo que contribuye a reducir los gastos de energía eléctrica y mejorar la seguridad.

Además, en una smart city, en casos de una sobre carga eléctrica y la electricidad deja de ser suministrada en un lugar determinado de la ciudad, se envía información en tiempo real a las centrales. Esto ocurre debido a los sensores integrados en el sistema de seguridad, lo cual también solo es posible cuando el lugar cuenta con infraestructura adecuada.

Después de la alerta, se debe enviar un equipo para realizar el mantenimiento del lugar y las luminarias públicas. Por esta razón, la tendencia es que difícilmente algún punto del municipio quede vulnerable a la acción de personas malintencionadas, contribuyendo al bienestar de la población y la seguridad pública.

Otras smart cities utilizan la tecnología, también para reducir la emisión de carbono y, por lo tanto, el uso de combustibles fósiles. Para ello, es necesario estimular el uso de medios de transporte que valoren la sostenibilidad, con pocas emisiones de gases contaminantes, y crear una infraestructura de ciclovías para incentivar a los habitantes a utilizar bicicletas en lugar de vehículos.

Conectividad

Otro factor fundamental en una smart city es la conectividad de red. Esto se debe a que es necesario que la conexión funcione adecuadamente en todos los lugares y extremos de la ciudad, ya que la fluctuación del servicio y de los servidores puede comprometer la eficiencia de los sensores, por ejemplo.

En ese sentido, hoy en día, la tecnología cuenta con una solución para este problema: Internet de las cosas (IoT).  La IoT es responsable de esta actividad y realiza todo el trabajo de integración de una ciudad inteligente.

Integración tecnológica

Para que una ciudad inteligente funcione correctamente, uno de los puntos más relevantes es, sin duda, la integración tecnológica. Después de todo, una de sus principales características es que todos los elementos hablan entre sí.

Sin embargo, es común encontrar dificultades en este sentido. Es el caso, por ejemplo, de un semáforo que tiene sensores capaces de contar cuántos vehículos pasan en el lugar y que se relaciona con los demás señales de la vía. Así, realizan, de forma autónoma e integrada, el cambio del tiempo de la señal roja al verde, o viceversa, con el fin de mejorar el tráfico en un lugar determinado.

En este caso, si las tecnologías utilizadas en estos semáforos son diferentes de los sensores que se implantan con el objetivo de medir el flujo de automóviles y los radares de velocidad, la tendencia es que la comunicación entre ellos se vea perjudicada, ya que no hay una integración adecuada.

De esta manera, la principal solución es utilizar tecnologías compatibles, es decir, que deben comunicarse entre sí para resolver el problema de la integración.

Seguridad de datos

Otro gran desafío de una ciudad inteligente es la seguridad de los datos. Como este modelo de ciudad cuenta con sensores para evaluar todos los aspectos – como el tráfico, la iluminación, la recolección de basura, el funcionamiento de hospitales y escuelas, entre otros -, es necesario observar quién es responsable de estos datos y cómo se utilizarán.

Inicialmente, es necesario determinar quién es responsable de la gestión de la información y los datos generados. Puede ser la propio alcaldía, organismos públicos o una empresa de gestión contratada con este fin, por ejemplo.

La elección del responsable de la gestión y seguridad de los datos suele ser una decisión delicada, ya que se trata de la privacidad y el derecho a la libertad de los ciudadanos locales.

Una solución a este problema puede ser la creación de un ecosistema abierto, con propietarios y proveedores de datos trabajando juntos para evitar el bloqueo con un proveedor de tecnología.

Otra opción para resolver la seguridad de los datos es contar con empresas consultoras. A su vez, deben desempeñar la función de mediadoras en este proceso, actuando como puente entre las ciudades y las organizaciones de TI.

Sobrecarga de datos

Por último, otro problema que puede surgir es la sobrecarga de datos. Esto se debe a que una ciudad inteligente cuenta con muchos sensores, tecnologías y datos conectados de forma simultánea.

En este caso, es válido destacar que, aunque este es un miedo común entre los gestores, hoy en día, existe tecnología y servidores lo suficientemente avanzados para manejar grandes volúmenes de datos de manera eficiente.

Es el caso, por ejemplo, de Big Data, una tecnología capaz de procesar, analizar y obtener información a partir de conjuntos de datos que son demasiado grandes para ser analizados por los sistemas comunes.

Ahora que ya sabes qué es una ciudad inteligente, debes haber notado que este concepto sostenible y tecnológico tiene diferentes beneficios. Se puede utilizar tanto en ciudades y grandes centros, como en empresas y condominios.

¿Te gustó aprender más sobre el concepto de ciudades inteligentes y cómo tu empresa puede utilizarlo? ¡Entonces comparte en tus redes sociales y mantén a tus amigos o clientes al tanto de este tema también!

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