investir em iluminação LED

¿Por qué reemplazar las luminarias públicas tradicionales por luminarias LED?

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Cuando invertir en alumbrado público LED

Invertir en alumbrado público LED es una tendencia inevitable para los próximos años debido a sus diversos beneficios. Reduce los costos significativamente, disminuye el impacto ambiental y aumenta la calidad de este importante servicio para la población.

Esto ocurre debido al avance tecnológico ofrecido por las luminarias y los reflectores LED. Con una pequeña cantidad de corriente eléctrica, es posible generar haces potentes. Además, el LED trae sostenibilidad de principio a fin, reduce el costo operativo total y permite una integración completa con otras tecnologías.

Explicaremos mejor cada uno de estos puntos a continuación. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué el alumbrado público LED ofrece tantas ventajas?

Para entender el potencial del LED, necesitamos explicar cómo funcionan las lámparas tradicionales para el alumbrado público, como las incandescentes, las de vapor ionizado y las fluorescentes. A diferencia de la iluminación residencial, comercial e industrial, estamos hablando de un servicio público, fiscalizado por los ciudadanos y por diversos órganos.

Está regida por una norma técnica específica, la NBR-5101, además de tener objetivos de seguridad y protección de los ciudadanos, como:

  • Ofrecer nitidez para las maniobras con vehículos automotores;
  • Traer mayor contraste y nitidez para que los peatones visualicen los obstáculos en las aceras y vías públicas;
  • Inhibir la acción de criminales, quienes suelen aprovechar puntos mal iluminados para actuar.

¿Por qué la iluminación pública con equipos tradicionales es menos eficiente?

A continuación, explicamos el funcionamiento de cada tipo de lámpara y sus desventajas.

Lámparas incandescentes

Actualmente, son muy raras en la iluminación pública y utilizan un filamento metálico, generalmente el tungsteno, dentro de un bulbo al vacío o con gas nitrógeno.

Cuando la corriente eléctrica pasa por él, hay emisión de luz. Presentan vida útil muy baja, pues el filamento se rompe antes de las 10.000 horas de uso. Además, tienen baja eficiencia luminosa, ya que liberan mucho calor, y es necesario consumir una alta potencia de energía eléctrica para iluminar bien.

Lámpara de vapor de mercurio a alta presión

También es una opción muy tradicional, siendo uno de los modelos más utilizados en la iluminación pública hasta la década de 2010. Para su funcionamiento, es necesario que ocurra la vaporización del mercurio y la subsiguiente ionización de gases dentro del bulbo de la lámpara. Con el paso de corriente eléctrica en esta atmósfera interna, se produce una luz de color cálido, orientada al amarillo rojizo.

Este proceso es mucho más eficiente energéticamente que las lámparas incandescentes y tiene una vida útil mayor. Sin embargo, el mercurio es un contaminante ambiental importante y debe tener un descarte adecuado.

Lámpara de vapor de sodio a alta presión

Su mecanismo es muy similar al explicado en la lámpara de mercurio. Sin embargo, hay una sustitución de este metal por el sodio, que no se considera un contaminante ambiental. Por esta razón, se ha utilizado con frecuencia como sustituto.

Sin embargo, presenta obstáculos que causan insatisfacción en los usuarios, como un bajo índice de reproducción del color y un tono excesivamente amarillento en los haces de luz, lo que puede no proporcionar la nitidez necesaria para las maniobras y la impresión de seguridad que proporciona un alumbrado público adecuado.

Lámpara de vapor metálico multivapores

Su mecanismo es idéntico a las dos opciones anteriores. Sin embargo, en lugar de mercurio o sodio, se agregan varios otros vapores metálicos al interior del bulbo de luz. Como resultado, se produce una emisión de luz en todo el espectro visible, lo que resulta en un tono frío de alta reproducción de color y brillo elevado.

Lámpara de inducción magnética fluorescente

Utiliza los vapores de mercurio, pero la emisión de luz ocurre por estimulación con fuerza magnética. La corriente eléctrica pasa a través de un conductor, que genera un campo magnético circular dentro del bulbo de la lámpara. Su ventaja es una alta durabilidad, con más de 60,000 horas de uso. Sin embargo, presenta un costo elevado, lo que hace que su uso a gran escala sea inviable.

¿Por qué invertir en alumbrado público LED ofrece tantas ventajas?

El LED presenta una tecnología mucho más avanzada que las opciones tradicionales. Como este y otros trabajos tecnocientíficos muestran, reúne todas las ventajas de las opciones tradicionales sin los respectivos inconvenientes.

Eficiencia luminosa

La iluminación ocurre por estimulación de un diodo emisor de luz (el D de la sigla). Está fabricado a partir de un material semiconductor, similar al utilizado en las computadoras.

Con una pequeña cantidad de corriente eléctrica, pueden generar una luminancia equivalente a las potencias más altas de las lámparas tradicionales. La relevancia de esta tecnología es tan significativa que sus inventores ganaron el Premio Nobel de Física en 2014.

Esto se debe a que el LED presenta una mayor eficiencia energética, ya que disipa una cantidad mínima de calor. Cada vatio de potencia de una luminaria LED ofrece, en promedio, la misma iluminación que:

8 a 10 vatios de lámparas incandescentes y halógenas;
2 vatios de lámparas fluorescentes;
2 vatios de lámparas de vapor de sodio;
2.1 vatios de lámparas de vapor de mercurio;
1,2 vatios de lámparas de vapor metálico.                                                   Durabilidad y mantenimiento facilitado

De todos los modelos, las luminarias LED ciertamente son las más durables. Con esto, habrá una menor necesidad de reemplazo. Vea la vida útil promedio de cada modelo a continuación:

Lámparas incandescentes — 750 a 1.000;
Fluorescentes — 6.000 a 24.000;
Vapor de mercurio — 9.000 a 15.000
Vapor de sodio — 18.000 a 32.000;
Vapor metálico — 8.000 a 12.000;
LED — 25.000 a 100.000.

En el alumbrado público, esto es muy significativo, ya que cualquier cambio de lámpara puede causar un gran impacto. Será necesario desplazar mano de obra con medios de transporte y equipos de seguridad adecuados e interrumpir parte del tráfico local. Mientras tanto, los usuarios estarán bastante insatisfechos por la falla de un punto.

En este sentido, invertir en alumbrado público LED y elegir una opción más duradera, aunque el modelo sea un poco más costoso, es una excelente opción. Después de todo, los recursos necesarios para el cambio y las quejas del usuario generarán un costo operativo mucho mayor.

Sostenibilidad

Debido a la mayor eficiencia energética, el alumbrado público LED es una de las mejores formas de lograr los objetivos de sostenibilidad de la compañía de suministro. Después de todo, se puede lograr una reducción del consumo de dos a ocho veces, dependiendo del modelo utilizado anteriormente.

Además, las luminarias y reflectores LED contribuyen a la política de reducción de la explotación de recursos naturales y producción de residuos sólidos. Como una pequeña cantidad de semiconductores es capaz de generar alta luminancia, y no hay necesidad de gases en el bulbo de la lámpara, las piezas pueden ser mucho más pequeñas.

Los materiales utilizados son completamente reciclables y no tóxicos para los organismos vivos (a diferencia del mercurio). Esto reduce el impacto ambiental de la extracción y producción de materiales sólidos y el volumen de residuos producidos por la iluminación pública

Calidad

Para invertir en iluminación pública LED, la calidad de la lámpara puede ser medida por el índice de reproducción de color (IRC), que traduce cuán fiel son transmitidos los colores de un objeto con los haces de luz del equipo:

incandescente — 100%;
halógena — 100%;
fluorescente — 80%;
vapor de mercurio — 40 a 55%;
vapor de sodio — 22%;
LED — 70 a 95%.

En este sentido, entre las opciones viables para la iluminación pública, la tecnología LED es la que presenta mejores nitidez y contraste.

Gestión más eficiente

Este también es otro gran diferencial. Los reflectores y las luminarias LED son perfectamente compatibles con las tecnologías más avanzadas de gestión de la iluminación pública:

como presentan bajo consumo energético y volumen reducido, es posible que los equipos sean alimentados con la energía solar producida en paneles fotovoltaicos incorporados o integrados por relés fotoeléctricos; cuando se integran a sensores locales, las luminarias LED regulables pueden ajustar la intensidad de los propios haces de acuerdo con el entorno; además, pueden ser totalmente integrables a las tecnologías de telegestión de la red de alumbrado público — con esto, varias funcionalidades pueden ser agregadas, como control a distancia de los equipos y avisos automatizados de falla en un equipo.

Por lo tanto, la iluminación pública LED representa un gran avance para el sector de suministro de este tipo de servicio. Hay una reducción multifactorial de los costos, una mejor gestión de la calidad del servicio, mayor conformidad con la regulación, mayor satisfacción de los usuarios, entre otros beneficios.

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