7 errores más comunes cometidos en proyectos luminotécnicos

Los proyectos luminotécnicos pueden marcar una gran diferencia en una empresa, ya que la iluminación de ambientes, cuando se emplea adecuadamente, influye directamente en factores como la reducción de costos, el aumento de la productividad e incluso la garantía del bienestar de los usuarios del lugar.

Sin embargo, hay casos en los que la planificación de la iluminación que se aplicará en cada espacio no se realiza de manera adecuada y, por esta razón, no se pueden disfrutar los beneficios de un proyecto luminotécnico.

Si desea conocer más sobre el tema y descubrir cuáles son los 7 errores más comunes cometidos en proyectos de iluminación y que deben ser evitados, continúe leyendo este artículo en el que presentaremos todos los detalles. ¡Veamos!

1. Contratación de profesionales no especializados

En el mercado es posible encontrar mano de obra no especializada en luminotecnia que realiza este tipo de servicio, como electricistas, albañiles, instaladores o yeseros. Estos profesionales suelen ser muy buenos en la actividad que ejercen, pero no son especialistas en iluminación, por lo tanto, están sujetos a cometer errores con más frecuencia.

Solo un profesional especializado en el ramo de la luminotecnia cuenta con el conocimiento técnico necesario para realizar un proyecto de iluminación adecuado que, de hecho, satisfaga las necesidades del ambiente.

De esta manera, uno de los principales errores cometidos es, precisamente, no contar con la ayuda de un profesional especializado y, como consecuencia, el proyecto no satisface plenamente sus necesidades.

2. Adquisición de dispositivos baratos y de baja calidad

Otro error que también se comete con frecuencia es la compra de dispositivos baratos y de baja calidad para la ejecución de un proyecto de iluminación. En este caso, no es eficaz contar con el plan ideal si el material utilizado no es el correcto y no puede alcanzar el objetivo principal de una iluminación adecuada.

Lo ideal es evitar productos de segunda categoría y no elegir elementos teniendo en cuenta solo su precio, sin ningún respaldo técnico, ya que, en general, estos dispositivos duran menos de la mitad del tiempo que duraría un producto de construcción fiel a las normas de calidad recomendadas – lo que hace que los gastos a medio y largo plazo sean aún más elevados.

Las luminarias LED, por ejemplo, son productos de calidad que prácticamente no requieren mantenimiento, tienen una larga vida útil (lo que hace que el cambio tarde mucho en ocurrir) y, además, generan ahorro en los costos de energía eléctrica, siendo una excelente opción para proyectos de iluminación.

3. No cumplimiento de las Normas Reglamentarias

Las Normas Reglamentarias existen precisamente para que productos de calidad estén disponibles en el mercado. De esta manera, un producto sin certificación no cuenta con los atributos necesarios para garantizar la seguridad.

Además, ciertos proyectos requieren normas técnicas que deben ser inspeccionadas durante su correcta implementación y supervisadas para la incidencia de luz artificial – como fábricas, hospitales, tiendas, condominios, vías públicas y escuelas -, siendo una de las responsabilidades de los profesionales en luminotecnia verificar si se están cumpliendo.

4. Falta de iluminación adecuada para el ambiente

Existen diversos métodos para la creación de proyectos de iluminación para ambientes. Sin embargo, otro error común es no observar el tipo de iluminación que es más adecuado para el lugar.

Este es el caso, por ejemplo, de la iluminación directa – que ilumina directamente una superficie u objeto. En general, este tipo de luz es capaz de mantener a una persona más despierta y puede ser utilizada para dirigir la atención a un punto específico y, por lo tanto, aumentar la productividad en actividades laborales.

Por otro lado, la iluminación indirecta distribuye la luz por todo el ambiente y hace que el lugar sea más agradable y cómodo, siendo más recomendada para un proyecto luminotécnico comercial.

Por lo tanto, es fundamental observar el tipo de luz más adecuado para cada ambiente específico, considerando incluso la temperatura de color, ya que también es capaz de despertar sensaciones de concentración o confort en los visitantes al lugar.

5. Instalación de luminarias y reflectores a una altura inadecuada

La altura de instalación de luminarias y reflectores es muy importante, ya que está directamente relacionada con el aprovechamiento de la luz emitida y la comodidad visual. Por lo tanto, cuando un elemento se instala en una elevación inadecuada, puede impactar negativamente en las tareas que se realizan en el ambiente, ya sea residencial, comercial o industrial.

Por esta razón, la altura de las luminarias y los reflectores debe ser considerada obligatoriamente en los proyectos de iluminación, y es necesario evaluar cada espacio de forma individual, considerando la relación entre la altura del techo y el uso previsto para el local.

6. Descuido de la emisión de calor de las lámparas

Aunque descuidar la emisión de calor de las lámparas es un error común en los proyectos de iluminación, la buena noticia es que se pueden solucionar fácilmente. Sin embargo, lo ideal es ya considerar este punto en el proyecto inicial para evitar problemas.

Por lo tanto, además de la luz emitida, es necesario observar la emisión de calor de las lámparas – ya que cuanto menor sea su emisión, más recomendado será su uso. El exceso de calor, por otro lado, consume más energía y es menos eficiente.

Por lo tanto, siempre recuerda observar la emisión de calor de forma individual en las lámparas que no son de la misma línea o fabricante. Lo más recomendable es utilizar luminarias LED precisamente porque presentan una emisión de calor prácticamente nula, lo que hace que el lugar donde se instalan sea más funcional y económico.

7. Planificación sin personalización

El proyecto de iluminación debe ser especialmente diseñado para cada ambiente, considerando la utilización del lugar para que sea posible satisfacer plenamente todas las necesidades del cliente.

Realizar un proyecto que no esté personalizado para cada ambiente suele no ser eficaz, precisamente porque no todos los espacios de un lugar tienen las mismas necesidades.